La obra de teatro Reliquia, en cartelera los domingos en Pan y Arte, recupera textos de la célebre escritora argentina, en los que la malignidad de los niños es una constante. Dos actrices, una protagonista y un puñado de particulares personajes secundarios convierten este espectáculo en único
Por Agustina Ordoqui
@agusinha

Una institutriz revela historias de niños que hacen poner la piel de gallina: accidentes intencionales, perversión e inocencia. En Reliquia, Julia Nardozza y Valeria Pierabella interpretan, a la vez, a esta mujer que va desgranando sus recuerdos.
Las dos actrices hacen un sólo personaje en simultáneo para remitir a lo «siniestro y ambivalente»; y para completar, «niñas monstruos», que no son más que muñecas confeccionadas por los mismos realizadores de Reliquia.
Esta excelente obra de teatro con objetos para adultos, en cartelera los domingos en Pan y Arte bajo la dirección de Carlos Peláez, se vale de cinco cuentos de Silvina Ocampo para tejer su narración. Se trata de El Pecado mortal, Las fotografías, La Furia, Voz en el teléfono y El diario de Porfirio.

Revista Dínamo: Los niños malignos son una constante en los cuentos de Silvina Ocampo, ¿cómo fue la selección de los textos de esta obra?
Reliquia: Trabajamos durante dos años en la selección de los textos, la dramaturgia y la puesta en escena de la obra. Los textos fueron seleccionados a partir de ciertas temáticas que insistían en la obra de Silvina Ocampo, una mirada nada inocente sobre la infancia y una idea sarcástica sobre la muerte. Nos interesó el humor que se desprende de lo patético. Silvina Ocampo nos cuenta sobre niños malignos pero, a la vez, deja correr la duda sobre lo casual que puede ser una tragedia, y así convierte todo en algo perverso. En Reliquia, hay también textos de un manual de costura de los años 50, textos propios escuchados en la calle, etc., que conforman una época y un pensamiento.
RD: ¿De qué manera se realizó su adaptación?
R: La dramaturgia se fue realizando teniendo en cuenta los textos, pero también los objetos, el espacio, los títeres, probando y desarmando, descubriendo rarezas y sutilezas de la obra de Silvina Ocampo. Fue los que nos marcó el camino para entrar en su mundo y crear el movimiento de la escena.
RD: ¿Por qué decidieron que la protagonista fuera encarnada por dos personas diferentes que actúan al mismo tiempo y a la par en lugar de agregar personajes?
R: Nos interesaba trabajar la idea del doble, nos pareció que justamente tomar esa idea reforzaba la temática de la obra y el mundo de Silvina Ocampo. Un personaje desdoblado remite a lo onírico, a lo siniestro, a lo fantasmagórico, a lo ambivalente, y nos posibilitó jugar dramáticamente. Sin duda, nos permitió enriquecer el personaje de la institutriz, se generan matices y contradicciones que son tangibles, se muestra lo oculto, reafirma lo ambiguo como en toda la obra de Silvina.

RD: ¿Cómo fue la confección de los títeres, que hacen de niños en la obra?
R: Los títeres tienen como base muñecas reales de los años 50 y 60. Las intervenimos; debajo de cada “niña monstruo” hay una preciosa muñeca. El público no lo sabe, pero para nosotros es muy significativo, es una metáfora, de esas que atesoramos y sostienen casi el sentido de la obra. Podríamos decir que debajo de cada niña monstruo se esconde una muñeca y debajo de cada muñeca se esconde una niña monstruo.
RD: ¿Es un desafío darle vida a los objetos y a la vez mantener el guión con un personaje totalmente distinto?
R: El desafío está en lograr que el títere y los objetos tengan el mismo protagonismo que las actrices, que puedan interactuar, y que los objetos y los títeres adquieran la credibilidad necesaria que los hace mágicos en el escenario. Se puede comparar el trabajo de los titiriteros y sus objetos con el del mago y sus trucos: ambos deben crear la ilusión.
RD: ¿Es la primera temporada que presentan Reliquia?
R: El año pasado hicimos algunas funciones, pero este año pudimos hacer el estreno oficial gracias a que ganamos los subsidios otorgados por el Instituto Nacional del Teatro y Proteatro. Habitualmente los actores y el director se embarcan en un proyecto y dedican tiempo y energía durante años, sin pensar en cobrar dinero. Pero cuando llega el momento de estrenar, de poner en función la máquina, hay vestuaristas, iluminadores, músicos o, escenógrafos, que trabajan sin saber si algún día van a cobrar. Entonces la llegada de los subsidios hace que uno pueda pagar lo que corresponde por el trabajo realizado, y de esta manera seguir generando proyectos.
RD: ¿Qué otros trabajos realizaron juntos?
R: Como grupo venimos trabajando juntos desde nuestra formación, en la Escuela Taller de Titiriteros Ariel Bufano del Teatro General San Martín. Tenemos una energía y un compromiso en la tarea que hizo siempre que nos entendamos y sea muy placentero todo el proceso de investigación y búsqueda previa a los armados de las obras. Próximamente nos embarcaremos en una obra de teatro de títeres y objetos para niños.
Reliquia
Teatro de objetos para adultos
Basada y Escrita con textos de Silvina Ocampo
De Julia Nardozza, Carlos Peláez y Valeria Pierabella
Dirige: Carlos Peláez
Actúan: Julia Nardozza y Valeria Pierabella
Funciones: domingos 19hs.
Pan y Arte Teatro – Boedo 876 CABA
Entrada General $60 (Estudiante y jubilados $50)
Reservas 4957-6922
Fotos: Cortesía de TeHagoLaPrensa
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