“Siempre creí que el asesinato de tus principios es el fin de tu cálida esencia”, declara Antonio Célico, director de una obra onírica y bella, entrevistado por Revista Dínamo
Por Tamara Montenegro

“Es la historia del héroe que mata al traidor, que no es otro que él mismo”, definió Arístides Vargas su obra Danzón Park. Así se llama también la pista de baile en la que transcurre la acción, un lugar fuera de tiempo en donde los personajes transitan un mundo de ensueño: Arcos, el héroe que se traiciona a sí mismo pero que, a la vez, ignora su propia traición; Leda, su esposa sonámbula, enamorada de un joven que no es otro que el mismo héroe en su juventud; y La Tía Yoga –una destacada composición de Viviana Yoselin Delgado- quien, como el Yago de Otelo, engaña a Arcos y lo empuja hacia la pesadilla de la traición.
Antonio Célico, director del Baldío Teatro, explica por qué eligió trabajar con este texto de Vargas –el grupo suele montar obras con dramaturgia propia-: “Lo que nos llevó a elegir Danzón Park fue la cantidad de imágenes que pululan en el texto. Nos dimos cuenta de que Vargas tiene una dramaturgia muy parecida a la que generamos nosotros. Es así como solemos empezar a trabajar las obras con el grupo: juntamos imágenes, sonidos, diferentes estímulos que nos llevan a crear el espectáculo. Además, Arístides tiene una mirada poética de la vida y de la historia que nosotros compartimos”.
Danzon Park es una pieza altamente poética, nostálgica y desgarradora que recuerda vivamente nuestro pasado inmediato. Arcos, el héroe de esta fábula, está aturdido por sus propios recuerdos que no hacen más que traicionarlo. Como explica Antonio Célico, es el adulto que traiciona, tras el paso del tiempo, al joven que fue: “La obra juega alrededor de la existencia del traidor y el héroe en un mismo cuerpo, algo que remite a ciertas figuras dudosas de la política latinoamericana que han sido héroes transformados en traidores a instancias del poder”.
La escenografía de Danzon Park es una pista de baile adornada con guirnaldas de colores y elementos que, como una imagen surrealista, no encajan entre sí, tales como sillas que cuelgan al revés, una escalera de pintor y una tela blanca que llega hasta el piso. La puesta tiene mucha movilidad, los actores se desplazan en escena cual bailarines que repiten movimientos coreográficos y unas canciones con melodías dulces y letras tristes cantadas por ellos mismo –se destaca en la guitarra Lucas Sánchez- trasladan al espectador a un universo nostálgico y hasta doloroso, pero no por eso menos bello.
Célico aclara que eligieron hacer una puesta bifrontal debido a que “queríamos introducir al público dentro del sueño, y el montaje de luces de Jorge Mersari ayudó mucho a crear ese ambiente onírico que queríamos lograr”. Acerca de la obra de Arístides Vargas, y en particular sobre Danzon Park, Antonio Célico expresa su opinión: “Siempre creí que el asesinato de tus principios es el fin de tu cálida esencia. Tal vez por ello las palabras del autor me acercan el dolor de tanto sufrimiento latinoamericano, y me unen más aún en esta obra, donde ambos compartimos el temor a la construcción interna de la traición”.
Danzon Park es una obra cargada de imágenes poéticas, en donde existen elementos verbales y visuales que se contraponen entre sí para crear un nuevo tipo de lenguaje. La palabra y la imagen escénica se convierten en discursos paralelos y, por momentos, antagónicos que el espectador sólo puede resolver creando una síntesis. Es así que cada espectador -de ésta y de cada una de las obras de Vargas- se convertirá en un espectador creador. La obra lo requiere, y transitar ese lugar durante una hora un viernes a la noche, es un viaje inolvidable.

Sobre El Baldío Teatro
Hace más de 25 años que el grupo de teatro radicado en Palomar, Ciudad Jardín (Provincia de Buenos Aires) está abocado a la investigación, producción y difusión teatral. “Nos apoyamos en la antropología teatral y tenemos una manera de construir que es diaria y autogestiva. Por eso a mí me gusta llamarlo “teatro de grupo” y no teatro independiente”, define Célico. Enmarcados en el concepto de Pedagogías Alternativas, el grupo (Laura Martin, Pablo Urruty, Lucas Sebastián Sánchez, Laura Torres, Julián Ponceta, Cynthia Dávila y Oscar Ramaglia) dicta seminarios específicos de formación (Trabajo de creación del actor, Abordaje del humor, Teatro en espacios no convencionales y entrenamiento teatral) tanto en el país como en el exterior.
Desde el año 1997 organizan el Festival de la Víspera, constituido ya con sus 15 ediciones como uno de los eventos artísticos más importantes del Conurbano Bonaerense, representa una fiesta comunitaria que llena las plazas, escuelas y calles con música, circo y teatro.

Dirección: Antonio Célico
Elenco:
Pablo Urruty (Arcos)
Laura Torres (Leda)
Viviana Yoselin Delgado (Tía Yoga)
Lucas Sánchez: (Joven)
Viernes 21:30 hs
Espacio Urbano – Acevedo 460 CABA
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