El destacado compositor argentino, que se presenta todos los sábados de agosto en el club Virasoro con Los Guachos, compartió con Revista Dínamo sus experiencias en distintos países. También contó por qué quedó decepcionado con la industria discográfica y qué piensa del futuro de las bandas en Internet
Por Santiago Reta
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Guillermo Klein es un destacado compositor argentino. Pianista desde los once años, se introdujo en el arte de la composición inspirado en Astor Piazzolla, lo que sentó un precedente en su música, ya que luego volvería durante muchas etapas de su carrera a investigar profundamente los ritmos y las armonías del pasado musical argentino y americano para buscar inspiración.
Esto se nota con claridad en su último disco Carrera (Sunnyside 2012), fuertemente influenciado por su aclamado arreglo de la música del Cuchi Leguizamón en Domador de Huella (Sunnyside 2010).
A principios de los 90, se fue a Boston a estudiar en el Berklee College of Music, interesado en un principio en profundizar sus conocimientos en música clásica. Pero al llegar, no tardó mucho en adentrarse en el fascinante mundo del jazz.
Luego de egresarse de Berklee, formó una big band llamada-valga la redundancia- Big Van, con la que sostuvo una residencia en algunos clubes de jazz en Nueva York. Esta sería la base para formar en 1994 la banda con la que grabó cinco discos y que actualmente sigue tocando, Los Guachos.
Desde entonces ha participado en una gran cantidad de proyectos muy destacados como el arreglo de Solar Return Suite, con el MIT Wind Ensamble; el arreglo y la grabación de Domador de huellas; Bienestan, disco que grabó junto a Aaron Goldberg y la orquestación en Alma Adentro de Miguel Zenón, entre muchos otros.
Es profesor de composición en Buenos Aires, donde vive actualmente. Durante su estadía en Europa, ha dado clases y seminarios en el Jazz Institut de Berlín, la Sibelius Academy de Helsinki, la Jazz Schule en Basilea y Le Mirail en Toulouse.
Revista Dínamo: Viviste mucho tiempo afuera, en Boston, New York y Barcelona ¿Cómo se relaciona tu música con eso? ¿Te sentís más cómodo o más reconocido en otros lugares que en Buenos Aires?
Guillermo Klein: Haber vivido en tantas ciudades quizás me ha hecho ser menos localista con la música. El deseo de generar lugares sonoros desde donde uno vive hace que se incorpore en la música el aire de ese lugar, por supuesto. Pero me parece que con quién uno trabaja también constituye una parte indispensable del sonido que se genera. Yo me siento muy querido en Buenos Aires; la gente que conozco, mis alumnos y los músicos con que comparto todo esto me hacen sentir muy bien; Cuando decís “Buenos Aires”, y siento que es un tema muy abstracto, que me supera.
RD: ¿Cómo son tus experiencias educacionales en universidades tan reconocidas internacionalmente?
GK: Lo interesante de este trabajo es la posibilidad que te da de conocer grandes músicos y con ellos poder compartir y analizar trabajo y sus herramientas.
RD: Te gusta, a diferencia de otros músicos muy reconocidos, enseñar y transmitir toda tu experiencia y conocimiento ¿Qué es lo que te atrae del rol de profesor/educador?
GK: Trato de trasmitir lo que me sirvió a mí de la forma más clara posible, así de alguna manera siento que sigo con esa tradición oral de transmisión, de amor y de respeto artesanal por la música.
RD: ¿Qué importancia le das a la improvisación en el proceso creativo? ¿La considerás para tus composiciones?
GK: Sí, la improvisación es la celebración del lugar, la profundización, la reflexión… Tiene tantos aspectos fundamentales que sí, trato de incluirla en lo que escribo. Me da mucho placer componer un tema que se preste para improvisar. A veces, incluso, se presenta como un recurso compositivo muy dinámico por cierto.
RD: ¿Cuáles fueron tus mayores influencias a la hora de componer?
GK: Las ganas de plasmar cosas que no se pueden decir con palabras. La sensación de unidad y el poder que tiene la música de generar un lugar siempre me atrajeron y me gusta estar ahí, en ese lugar. Estos fueron -y siguen siendo- los impulsos más fuertes para componer. Luego, hay tantos músicos y discos que me han influenciado… Artaud, de Spinetta; Hora Cero, de Astor Piazzolla; La Mer, de Debussy; Ptroushka, de Stravinsky; Speak No Evil y Native Dancer, de Wayne Shorter; Love Supreme, de Coltrane; muchos temas de Charly García; El Cuarteto para el Fin de Los Tiempos, de Messiaen, el Cuchi Leguizamón, entre tanta música. Y lo más importante es cómo me han influenciado y me siguen influenciando muchos de los músicos que conozco y con los que toco como, por ejemplo, Richard Nant, Jeff Ballard, Ben Monder, Bill McHenry, Kurt Rosenwinkel, Liliana Herrero.
RD: Desde hace ya bastante tiempo, el mundo de la música está muy influenciado por las grandes productoras discográficas. Cuando grabaste el primer disco con Los Guachos en NY, quien les había firmado un contrato por cinco discos, decidió no editárselo. ¿Cómo fue tu experiencia en general con las discográficas?
GK: Fue dura esa situación porque había puesto muchísimas expectativas en ese disco. A partir de esa experiencia, tardé unos tres años en volver a grabar. Ahora que lo veo a la distancia, creo que me ha fortalecido haber pasado por eso. Principalmente me ha ayudado a no pensar tanto en discos sino más en componer y tocar. Desde ahí que trato de trabajar (a nivel discográficas) solamente con la gente de Sunnyside Records en Nueva York, ya que con ellos me siento muy bien, en familia. A parte de eso, mucho más no conozco en el ámbito de las productoras.
RD: Desde la explosión del mundo de la tecnología, con Internet, el mundo de la música está en constante cambio ¿Cómo ves el futuro de la música?
GK: Hay algo en la música -que es atemporal- que es la energía que produce y su poder de generar lugares. Imagino que todos los que deseamos eso, usaremos todas las herramientas a nuestro alcance para poder lograr ese fin. Considerar que el arte no evoluciona es una buena posición para contemplar la humanidad. También, el arte siempre se adelanta a la ciencia, pre anuncia, hay que estar abierto y receptivo ante eso que es maravilloso.
RD: ¿Qué opinás de la escena musical argentina en la actualidad?
GK: Hay muchas cosas muy buenas que están pasando. Pero acá yo quiero ser puntual y destacar el fantástico trabajo que está haciendo Diego Schissi con su quinteto, ojalá que mucha gente esté al tanto de eso y pueda escucharlos.
Guillermo Klein y Los Guachos
Todos los sábados de agosto en Virasoro Bar. «También estaremos en Café Vinilo (Palermo) y en el teatro de La Media Legua (Martínez), todo en agosto», adelanta Klein. En enero, música y banda se van para los Estados Unidos.
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