«Veneración y culto. Cuando comenzamos en Revista Dínamo con la sección Mi Librería Fetiche, por octubre 2012, pensamos en el nombre a partir de la idea de deseo y seducción que provocan los libros, así como también lo hacen aquellos lugares místicos que los contienen (las librerías). Creíamos, y con razón, que debíamos explorar esos espacios donde se manifiestan, chocan y se expanden los espíritus de los libros, de los lectores y de los libreros. Las librerías fetiches son así, adictivas y eróticas.
Estos propulsores de libido no están solos en este mundo. Descubrimos que más allá de estos presumidos refugios de las obras más abisales, existen otros lugares donde la creatividad aflora a más no poder para que allí habiten objetos mágicos. Entonces quisimos ir por más, y lanzamos una nueva sección: Mi Punto Fetiche. Volviendo al concepto de fetiche (valga la redundancia), observamos que no es sólo ese elemento excitante, sino que también, fetiche es un amuleto con poderes sobrenaturales. Según Wikipedia, la palabra fetiche viene del término portugués “feitiço”, que significa “hechizo” y éste fue dado a conocer en Europa por el erudito francés Charles de Brosses en 1757. Cuenta la leyenda, que el escritor y otros estudiosos del siglo XVIII utilizaban el concepto de fetichismo para aplicar la teoría de la evolución a la religión, en la cual, Brosses sugirió que el fetichismo es el estado más primitivo de la religión, seguido por los estados de politeísmo y monoteísmo, representando una progresiva abstracción del pensamiento.
¡Bien, acá lo tenemos! Objetos de deseo, abstracción del pensamiento, convergencia de energías y magia. Qué mejor para empezar la nueva sección que FE, la tienda, centro de formación y consultorio esotérico, espiritual y astrológico ubicado en el Patio del Liceo comandado por la joven astróloga Dalia F. Walker.»
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