La nueva novela de David Muchnik, editada por Liberoamérica, presenta la historia de Julieta, una niña que sufre bullying en la escuela, y Julieta, su amiga invisible dispuesta a defenderla de las «guachitas» que la molestan.

Lo que empieza con un tono casi infantil se va oscureciendo en el transcurso de las páginas. ¿Es la imaginación que traspasa la realidad?, ¿o es una realidad que se edulcora con imaginación?

Hay escenas que corresponden a una infancia difícil: una nena conflictuada con su mamá, que es cuidada por unos tíos que la tratan mal, que tiene problemas en clase y que va a la psicóloga.

También hay pasajes que describen violencia, sexo y abuso, que por momentos resultan disruptivos en el marco de la escritura juvenil que sostiene el libro.

Sin embargo, al leer entre líneas, es sorprendente encontrar las pistas de un recorrido que construye la protagonista para explicar su presente a través de la voz de su amiga invisible.

Ese estilo inocente para relatar una historia cruda está lejos de ser una contradicción y constituye más bien un disfraz de falsa ingenuidad para revelar otra capa más profunda y dolorosa. Eso hace que «Julieta y Julieta» sea una novela distinta y sumamente atrapante.