Se viene un nuevo Warapa: la muestra de ropa hecha pura y exclusivamente con tela de paraguas en desuso. Acompañarán Inclanfunk, Las hermanas del idiota y un elenco circense.

Por Guerchu
@lguerchu
guerchu@gmail.com

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Esta original idea ya cumple cuatro ciclos, a razón de uno o dos desfiles anuales. Nunca defraudó. Una vez más, se verán los extravagantes diseños. Aquellas prendas surrealistas nacidas de lo que ya no sirve, ya no resguarda ni protege los días de tormenta. Las hermanas del idiota e Inclanfunk armonizarán la velada, mientras un grupo de artistas interpretarán lo suyo, ¡todos vistiendo warapas!

¿Cómo hacer un desfile de modas que roza lo onírico con paraguas rotos? Gina -creadora, diseñadora y costurera del sello- explica a Revista Dinamo: “Un día me encontré un paraguas en la calle y, cuando lo vi, era un vestido”. Hoy la colección comprende alrededor de cincuenta prendas, diseñadas con más de cien paraguas, entre “tops, polleras, pantalones, trajes de dos piezas, strapless, marilyns, chalecos, y otros diseños algo deformes”.

Llegamos al taller. Una mesa gigante, telas por doquier, una máquina y un cementerio de paraguas. Warapa es un emprendimiento que crea a partir de la destrucción y fragilidad de esas sombrillas que te cubren los días de lluvia y resultan tan molestas al caminar. Los diseños son “bellos, como el encuentro casual de máquina de coser y un paraguas sobre una mesa de operaciones”, según dijera el poeta uruguayo-francés Lautremont, frase que inspiró a los surrealistas a fundar dicho movimiento.

Las primeras muestras Warapa fueron desfiles de pasarela que rompían con el formato clásico, en los que, modelaban variedades de cuerpos, todo tipo de medidas y alturas. Estos eventos rompían con la excesiva regularidad de los desfiles del jet set que naturalizan y estandarizan una contextura física muchas veces insalubre. La musicalización corría por cuenta de dos extraños seres que, con bajo, samplers y una bandeja, paseaban al público por la tierra de los sonidos maravillosos. Con el tiempo, el evento mutó en muestra-interpretación y actuación de los modelos. Se presentaron una vez con Los rusos hijos de puta y ahora lo harán con dos bandas de lujo.

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Le preguntamos a Gina cómo consigue la materia prima para sus productos.

“Al principio -contesta- me encargaba de buscar y agarrar los paraguas rotos que encontraba; con el tiempo, amigos, conocidos, hermanos de… y a veces desconocidos totales para mi persona, me los fueron haciendo llegar”.

La tela de paraguas puede no ser la mejor para vestir. Sin embargo, los diseños, mosaicos, colores, tonos y dibujos la hacen particular. Quizás no tenga la elasticidad adecuada, nada que no se arregle con lycra en las uniones.

“La segunda etapa -explica- lleva su tiempo y no es tan divertida. Es el proceso de ‘cosecha’ de su tela: cortar los hilos, despellejarlos. Ahí apartamos su cuerpo o esqueleto para que cobre nuevamente vida en el futuro, cuando llegue el momento preciso. Una vez las telas apartadas de los metales articulados, viene el proceso de aseo y preparación del material a trabajar. La etapa de la creación comienza a florecer cuando entra en acción el cuerpo, sobre el cual se van disponiendo las telas”

Revista Dínamo le pregunta por su método de trabajo.

“Muchas veces, el paraguas te dice cómo será el vestido: las roturas y defectos de la tela predisponen al diseño. Ellas -agrega-, con sus formas, y sus deformaciones causadas tal vez por el momento mismo de sus muertes, cortes, y partes rotas son la nueva propuesta a su nueva vida”.

Revista Dinamo le pregunta si comercializa sus diseños.

“Podría hacerlo -comenta-, pero pienso los modelos como un hecho artístico. Warapa es la ropa; es su exposición, pero más que nada es un mensaje. Ahora lo que estoy buscando es que la muestra sea más rentable, por eso somos un grupo más reducido y probamos fusionarnos con otras artes”.

Le preguntamos si vendió alguno de sus vestidos.

“No vendí ni es mi intención; pero sí regalé a quienes me lo pidieron. Me gusta pensar los vestidos como si fueran cuadros. Puede pasar que alguien lleve uno a una fiesta o casamiento, pero no busco que sea una marca cotidiana. Me gusta más concebir el hecho y la ropa Warapa como un mensaje para el mundo: eran basura y más que reciclados están resignificados”.

Un objeto o material que pierde su utilidad, adquiere un nuevo sentido si se lo usa para otra cosa. La basura de unos es el vestido y el desfile de moda de otros.

“Por ahí arranca un modelo -concluye- y un paraguas más por acá, y este parece que puede ir muy bien ¡y si!, otro detalle más por ahí: un warapa listo para usar. Ese fue el camino que recorrieron los paraguas hasta convertirse en vestidos. Pero ellos, más que el deseo de vestir, tienen el deseo de decir. Decir esas cosas que se dicen sin palabras”.

Para ver en Facebook a Warapa, acá.

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Warapa
Sábado 14 de junio 21.30hs.
Entrada $50
Teatro Mandril
Humberto Primo 2758, Ciudad de Buenos Aires.
Ver cómo llegar