Entre el 17 y el 18 de julio de 1936, comenzó la agonía interna de la Península Ibérica. El conflicto marcó la literatura, el arte y hasta la música.

Por Agustina Ordoqui
@agusinha

El fracaso de la Segunda República Española, que pretendía solucionar los problemas históricos de la Península Ibérica al mismo tiempo, desembocó en un fallido golpe de Estado. Los efectos de esta pérdida de poder sin un nuevo centro que reequilibrara la situación, como diría el politólogo Juan Linz, prolongó la agonía interna del pueblo español por tres años.

La guerra civil venía palpitándose desde hacía décadas de violencia política y diferencias entre el centro catalán y andaluz y la periferia campesina. El 18 de julio de 1936, la situación implosionó y los bandos republicano y nacionalista se enfrentaron provocando una sangría dentro de las propias fronteras.

Se estima que, en total, murieron 200 mil personas hasta que la guerra se dio finalizada con el ascenso de Francisco Franco al poder. La herida en la sociedad española fue tan grande que aún hoy es un tema difícil de abarcar. Muchas familias se desmembraron durante el enfrentamiento civil, pero se decidió cerrar la historia sin juicios ni castigos para no continuar con las divisiones políticas y culturales entre los españoles.

Sin embargo, a lo largo del tiempo, el arte fue el encargado de juzgar la historia. Las piezas siempre se ubican en un contexto que supone una visión del mundo. El cuadro de Guernica de Pablo Picasso, Por quién doblan las campanas, novela del célebre Ernest Hemingway, y la canción Spanish bombs del grupo The Clash son ejemplos disímiles de cómo la guerra civil se perpetuó en la memoria colectiva.

Masacrados con estilo cubista y en blanco y negro

El Guernica de Pablo Picasso impacta incluso al que no sabe su significado. Hecho a encargo durante la guerra civil para reivindicar los ideales republicanos, simboliza las ruinas de la ciudad vasca de Guernica, los muertos y los heridos.

El 26 de abril de 1937 se produjo el bombardeo sistemático a toda la población de la zona. Durante el día y la noche, las bombas destruyeron todo a su paso. El ataque fue llevado a cabo por el bando nacionalista con apoyo logístico y militar de la Alemania nazi. Fue, de hecho, la antesala de preparación y entrenamiento para las fuerzas armadas de Hitler, que luego serviría para la Segunda Guerra Mundial.

El cuadro, realizado en óleo sobre lienzo, muestra a seis personas masacradas y tres animales alegóricos del pueblo español: el toro, el caballo y la paloma. Está en exhibición permanente en el Museo de la Reina Sofía en Madrid, España, y pertenece a la escuela del cubismo.

Las campanas se doblan por amor

For Whom the Bell Tolls es la novela que Ernest Hemingway escribió cuando fue corresponsal de la guerra civil. Cuentan que para el personaje principal, Robert Jordan, se inspiró en un soldado estadounidense de las Brigadas Internacionales que participaron con el bando republicano durante el enfrentamiento. También que las descripciones son parte de su propia experiencia.

El libro publicado en la década del 40 se ubica en la preparación de la ofensiva republicana de Segovia en 1937. El protagonista debe volar un puente para aislar al bando nacional y evitar que tomen el centro de la Península. En el medio, nace una historia de amor en la que la tragedia se hace inevitable.

Por quién doblan las campanas no es la única pieza que muestra el interés y la participación de Hemingway en la guerra. También fue autor del guión del documental Tierra española.

Spanish bombs in Andalucía

Más reciente en el tiempo, está la canción Spanish bombs de la banda británica The Clash, compuesta en 1979 y que forma parte del disco London Calling. La letra es un homenaje a los revolucionarios del Frente Popular durante la guerra civil, según el propio Joe Strummer.

En referencia histórica, la canción describe como las bombas españolas destruyen a su propia España y menciona a Andalucía y Granada. También recuerda al poeta Federico García Lorca, asesinado por los franquistas. De toda la letra, se desprende cómo que el eco de los ideales republicanos se hace escuchar aún hoy en día, 75 años después.