El bar-galería-restó-club social ubicado en Saavedra es una propuesta diferente para despejarse los jueves y domingos.
Por María Luján Torralba
Foto tomada de Facebook
Domingo por la tarde, cae el sol, se acerca la noche, su misterio y nostalgia remotan a las leyendas ancestrales donde el ocaso significaba la partida de los dioses, el traspaso de las almas al inframundo, el trance de la barca. Tal vez esa sea la razón por la cual se siente angustia y melancolía. Es por esto, que para contrarrestar esta sensación colectiva, se creó Antidomingo, y realmente lo logra.
Antidomingo es un espacio donde ni bien entrar ya se siente el clima amigable y parece que todos se conocen con todos, allí se pierden las posturas y las estructuras. En el ingreso se debe abonar una entrada de $ 20 que corresponde a una consumisión. Luego, dentro se podrá deleitarse con el original menú que consta de, por ejemplo, sabrosa comida casera como sopa de papa y puerro, cazuela de pollo y torta de manzana con helado con un buen vino. El ambiente se vuelve más cálido con la música en vivo y las obras de arte que se exponen allí.
La buena energía fluye entre los comensales que disfrutan de un domingo diferente. Claro está que la gente de Antidomingo logró vencer los mitos y hacer que el último día de la semana sea una celebración.
Antidomingo nació hace 10 años cuando su difusión era de boca en boca y no existían las redes sociales. Durante un tiempo, no publicaban la dirección para limitar la cantidad de asistentes que se exedía de la capacidad. Para quienes descubrían el lugar, este dato le daba un toque de misticismo. Actualmente, abre jueves y domingos de 19.30 a 12, y está ubicado en Pinto 4860 C.A.B.A.