Laura Zapata es pura energía americana. Bailarina, coreógrafa, cantante y productora, la joven artista es un ejemplo de esfuerzo y creatividad

Por María Luján Torralba
@lujitorralba

Big mama motion grande

Ella es como el fuego que arde, ilumina e hipnotiza. Ella es como una llamarada multicolor que delinea imágenes mágicas. Ella es como una fogata que une y hermana. Ella es Laura Zapata, bailarina, coreógrafa, cantante y productora, que lleva el fuego en sus venas latinoamericanas para expandirlo por el mundo entero.

Oriunda de la villa San Cayetano, ubicada en la zona norte del Gran Buenos Aires, Laura dio sus primeros pasos en la danza a los nueve años por iniciativa propia en un taller de San Fernando. Fue a los 15 años cuando se unió a la Fundación Crear Vale la Pena, que trabaja en el desarrollo social y personal de jóvenes en situación de pobreza, que su carrera artística creció de forma exponencial. Hip-hop en diversas variantes y fusiones con otros ritmos, es la música en la que Laura encontró su pasión.

En la Fundación le brindaron a la joven artista un espacio para desarrollarse libremente e incursionar en sus curiosidades. “Allí aprendí a contar para poder bailar junto a Benny Moya, un legendario profe de Crear y vecino del barrio. También, aprendí técnica de canto con Alejandra Schwedt, ferviente voluntaria de la ONG, y luego fui alumna de Déborah Dixon. Aprendí a enseñar danza con Mónica Lozano, una profesora que hoy es mi amiga, y conocí a otros voluntarios como Andrea Servera, José Luis López y Eduardo Muñoz, quien me ayudó a poner música a mis primeras canciones”, cuenta Laura quien explica que a partir de ahí en adelante fue volar sola, crear, componer e imaginar contando siempre con el apoyo de “estos angelitos que siempre creyeron en mi”.

Desde su primera participación en público como coreógrafa en un festival en el Centro Cultural Recoleta donde se lució con la obra De la cava y el bajo Boulogne al Recoleta, la carrera de Laura explotó en varios aspectos. Realizó espectáculos en teatros y espacios públicos, llevó a cabo giras internacionales por Alemania, Austria, Eslovenia. Eslovaquia, Reino Unico y República Checa, grabó un disco, formó parte del Combinado Argentino de Danza, dictó clases en centros culturales y creó Big Mama Laboratorio, un proyecto musical donde convergen distintas artes.

Con el paso del tiempo, Laura se fue afianzando como artista, sin embargo no pierde el entusiasmo. Confiesa: “Ahora además de haber bailado toda mi vida, haber cantado, haber compuesto como 40 canciones y haberme animado a lo kamikase a dirigir, también estoy haciendo radio y hace poco actué para una Serie de TV. Me gusta pensar que soy comunicadora como sea, en el formato que sea. Me encantaría que todo el mundo escuchara lo que tengo para decir.”
Laura Zapata conversó con Revista Dínamo y nos contó su experiencia basada en el esfuerzo, el amor y la creatividad.

Laura Zapata conversó con Revista Dínamo y nos contó su experiencia basada en el esfuerzo, el amor y la creatividad.

Revista Dínamo: ¿Por qué crees que es importante la danza en la vida de las personas?
Laura Zapata: Creo que nos olvidamos los ciudadanos con el tiempo y las ocupaciones, pero el cuerpo mismo nos recuerda, que al danzar conectás con tu cuerpo desde un lugar diferente. Uno libera tensiones, piensa de otra manera, quizás inconscientemente, y entra en un estado meditativo, donde nos reseteamos. En términos tecnológicos, nos regenera y, también, nos conecta con otros y con el todo. Es por eso que creo que es importante para el día a día de los seres.

RD: ¿Cómo definirías tu experiencia como docente? ¿Qué te aporta como artista?
LZ: Enseñar me mantiene alerta en muchos sentidos. La danza y la música evolucionan constantemente, por lo tanto, está bueno entrenarse y conocer cosas nuevas, así poder enseñar. Es un ida y vuelta constante que también me mantiene activa.

RD: ¿Qué suceso o sucesos han marcado un antes y un después en tu carrera?
LZ: Creo que fue la primera vez que me han convocado como coreógrafa en un Site Specific, en Recoleta para el Festival de Danza. Allí pasó algo increíble para mí como fue compartir una nota en un diario con coreógrafos como Andrea Servera, Gustavo Lesgart y tantos otros que siempre admiré profundamente. Fue uno de los primeros despertares. Otro que fue el más reciente fue la Gira Europea que tuvimos con Big mama Laboratorio. ¡Un sueño hecho realidad que me permite hoy seguir soñando!

RD: ¿Qué tienen en común el hip hop y el folklore autóctono? ¿Cómo describirías esta fusión?
LZ: Pasa algo interesante entre algunas técnicas como el house (sub-estilo de Hip-hop) que se utilizan muchos los pies y es en algunos aspectos parecido al malambo. Hay muchos más ejemplos pero hay algo en esencia, que es vital en ambos, que es esta energía visceral de grito interno, como fuego que sale hacia afuera para expresarse.

RD: ¿Cómo llegaste al C.A.D (Combinado Argentino de Danza)? ¿Qué nos podrías contar de tu paso por la agrupación?
LZ: Conozco a la Directora del CAD, Andrea Servera, desde que era muy pequeña, hasta tuve el honor de bailar junto a ella. Desde Crear Vale la Pena en adelante siempre me ha llamado para trabajar con ella, así que llegue al CAD antes de que se llamara así. La verdad, ha sido una experiencia muy enriquecedora en muchos sentidos, en la danza, en lo grupal, en la dirección, aprendí muchísimo observando y vivenciando. De todo saco lo positivo para poder seguir construyendo.

RD: En tus palabras, ¿qué es Big Mama Laboratorio? ¿Por qué crees que siempre recibe tanta convocatoria?
LZ: Big mama Laboratorio es un proyecto musical ligado a la danza, donde conviven muchas expresiones. Se fusionan géneros musicales como técnicas de danza. Se celebra la diversidad y se reflexiona en la fiesta. Según nos cuentan quienes participan, a algunos las letras los identifican, a otros les gusta bailar la música, a otros le divierte ver la puesta en escena. También hay una parte que conocen la historia de los integrantes del proyecto y los emociona saber que, a pesar de estar en una villa de emergencia, aún hay esperanzas para seguir creciendo y construyendo una realidad mejor. Eso es un ejemplo que inspira y motiva a otros niños, adolescentes y adultos por igual. Me divierte que el proyecto tengo aceptación por la mañana en las escuelas, a la tarde en las plazas, a la noche en festivales y a la madrugada en fiestas y boliches.

RD: ¿Qué proyectos tenés para lo que queda del 2015 y para el año que viene?
LZ: Para lo que queda del 2015 voy a terminar el segundo disco con 12 canciones y voy hacer al 2 video clips si recibimos ayuda para hacerlos. Esperamos que este año o el próximo que el INCAA (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales) dé el OK para mostrar la serie documental «BIG MAMA» al aire para todo el país. Y hay unos viajes al exterior que esperemos se concreten.

RD: ¿Qué lema guía tu vida?
LZ: “Vomito mi verdad que como fuego quema, mi sangre efervescente respira trueno, rompe el piso, crea una grieta para emerger con fuerza». Todo lo malo que me puede enojar, hacerme sentir un profundo dolor, todo se convierte en combustible para emerger aún con más fuerza y construir positiva mente.