Miss Bolivia es la voz cantante de un estilo que pega fuerte. Una fusión de casi todo. Pizcas de electrónica, cumbia, reggae y hip hop son la clave para graficarla. Pasen y bailen.
Por Romina Bianchi
Antes de plantarse en Argentina, Miss Bolivia -o Paz Ferreyra, la psicóloga- necesitó viajar para crear, conocer para palparse algunos sonidos, frescos, andinos de raíz, como en su último disco Alaha, en el que ahora suma el carnaval norteño, renovación cerebral, baile, conciencia y más rapeo.
La semana pasada se dio una vuelta por el 13º Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente, aunque sea muy crítica del jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, y la rompió con una gran convocatoria. Para la próxima, el 15 de abril estará en el Salón Irreal, Perón 1281, y también se presentará el 17 y el 28 en Morón y Mar del Plata respectivamente.
Revista Dinamo: ¿Quién es Miss Bolivia?
Paz Ferreyra: Miss Bolivia es el proyecto que comencé aproximadamente hace 3 años. Un proyecto de música en vivo con formato soundsystem/dj, que fusiona ritmos y claves de dancehall, cumbia, reggae, rap y dem bow. La lírica es conciente, para elevar, resistir y sanar.
RD: ¿Cuándo fue que decidiste fusionar tantos estilos musicales?
PF: Es un proceso que aún estoy transitando. Recorro lugares, conozco otras músicas, otros colegas con diferentes propuestas, me nutro y cuando hay un estilo que me ceba, comienzo a incorporarlo de algún modo o a generar fusiones desde las pistas o desde la métrica que uso para montarme al beat. La música y los estilos están en movimiento, ninguno es puro, eso ya es una ilusión. Entonces así como los estilos evolucionan, también evoluciona el mío ya sea en la práctica de escenario o en la creación de nuevas canciones.
RD: ¿Qué te inspira para componer la música y las letras de tus canciones?
PF: El amor, lo real, lo social, lo justo y lo injusto, la salud y la enfermedad, lo mejor de la gente y lo peor de la gente, los viajes, mi mujer, mi gata, mi casa, la granja.
RD: Mucha gente piensa que “Jálame la tanga” es una canción caliente, simple, que suena en las radios, en los boliches, pero nada más ¿Es cierto que la otra explicación del tema es que está dedicado a Macri?
PF: La canción surge así… Por un lado, un poeta amigo, Ioshua Cumbiaguei, me manda a través de otro amigo una nota con algunas líneas que contiene la canción, me dijo: “Hace lo que quieras, hacela mierda”. Dos semanas después, en una yunta con amigas, recuerdo que estaba Paula Maffia y hablábamos de formas de decir “anda a cagar,” de formas finas si tuviéramos que estar en una reunión de protocolo con Macri (me habían despedido del canal Ciudad Abierta porque «no daba con el perfil»). Me fascinó pronunciar “jálame la tanga”, era como mántrico, y mi homenaje al tema «Abarájame en la bañera», así que armé la canción con las líneas de Ioshua, mi nuevo estribo y le agregué todo lo que faltaba. Fui a lo del Remolón y se la mostré. Al toque me dio una pista. Me acuerdo que dije: «Fa, esta es mi carta para Mauri». Si le cortas el estribo puede ser hot, pero si te tomás unos minutos y la escuchas, capaz que esboces un par de sonrisitas. A desanestesiar las mentes!!!
RD: ¿Pensás que la música puede cambiar, al menos, algo?, ¿desde qué lugar?
PF: Pienso que la música puede cambiar todo. A mí la música me salvó la vida. Si no fuera por la música, estaría muerta, o deprimida, o trabajando de algo que no me gusta. La música rompe barreras ideológicas, filosóficas, religiosas, lingüísticas, de género. También comunica, resiste, pregunta. Claro está que hay parte del sistema y hay músicos que utilizan la música para que la anestesia en las mentes siga a la orden del día, pero en general, la música, es misión para todos los que la hacemos y una bendición para todos los que la escuchamos. Me atrevo a decir que la música es uno de los bastiones indiscutibles para el cambio.
RD: ¿La revolución es el baile? Como se titulan una de tus canciones
PF: Y el baile, que está asociado inmediatamente a la música, es el canal por donde opera la revolución. La revolución capilar, la que es por los poros. Las revoluciones de ahora me parece que no están funcionando. Mejor exploro por mi parte y con mi gente, nuevas arterias, líneas de ruptura y de reconexión con el pulso, el cuerpo, la tierra y los otros. Recolectivizar es parte de la revolución del baile. La revolución que te eleva de verdad y no tiene patrocinadores.
Foto: Sebastián Freire