Con sólo 26 años, triunfa en el mundo del cine independiente y se consolida como uno de los directores con mayor proyección a nivel nacional. Comenzó filmando a Emmanuel Horvilleur y ya está trabajando en su tercera película. Su obra está marcada por la versatilidad y la feminidad

Por Agustina Ordoqui
@agusinha

En el mundo del cine independiente, un joven talento crece a ritmo vertiginoso. Leo Damario tiene tan solo 26 años, pero ya cuenta con una larga trayectoria en su haber. Su primer trabajo como director, ¡Yok!, tuvo como protagonista al cantante Emmanuel Horvilleur.

Desde entonces, comenzó una intensa relación con la música. “Siempre tuve el tino de dar con los artistas y el equipo indicado. A los 19 ya estaba dirigiendo el primer documental sobre Babasónicos y a los dos años daba clases en una facultad de cine mientras comenzaba a dirigir publicidad en Award Cine”, cuenta Damario a Revista Dínamo.

Después de pasar por productoras publicitarias, como Banana Films y GoodGate, dio el salto a los largometrajes. Primero vino Olympia, la historia de una adolescente devenida en estrella de un porno. Le siguió Palmera, sobre un grupo de cuatro amigas entre las que todo es risas hasta que una de ellas muere.

La feminidad es el denominador común. “En mi obra, se retrata a la mujer del siglo XXI, una mujer independiente, provocadora con mucha fortaleza, esa que nunca pide ayuda aunque haga todo mal”, asegura. “A mí me gusta versar sobre la sensibilidad, sobre las cosas bellas, y eso me hizo tener conexión inmediata con el público delicado y femenino”, agrega.

Su nuevo proyecto es Resentimental, “una historia de romance, cine y mujeres, una fábula de los tiempos que corren”, explica. Y afirma sobre su crecimiento en el ámbito de los largometrajes que nunca podrá saber si a él le interesaba a hacer cine o si al cine le interesaba que él “formara parte de su constelación”.

Revista Dínamo: El mundo femenino es el protagonista de tus dos películas, ¿cuál es la imagen de la mujer que, a tu parecer, ayudás a construir con tus films?

Leo Damario: La historia del arte se escribe cuando Zeus y Mnemosine se convierten en padres de estas nueve mujeres conocidas como Las Musas. Veo a la inspiración como a una mujer de origen mitológico. En mi obra, se retrata a la mujer del siglo XXI, una mujer independiente, provocadora con mucha fortaleza, esa que nunca pide ayuda aunque haga todo mal. También mis directores favoritos tienen una gran relación con el universo femenino, puedo citar desde Ana Karina con Goddard a Roger Vadim con Brigitte Bardot. Y me gusta escribir a las mujeres que hacen lo políticamente incorrecto, y que vienen a patear el tablero. Admiro a Frida Kahlo, Ayn Rand y Virginia Woolf por su tenacidad. Y disfruto de las mujeres que tienen una belleza superlativa y no renuncian a la feminidad. En Palmera, me interesaba ver qué surgía de combinar la belleza de la poesía, el paisajismo con la mujer. Hay una escena en particular, un plano secuencia de diez minutos, donde resume todo este triángulo preciosista.

RD: Tu pareja, Karina Noriega, es tu principal colaboradora, ¿cómo es su aporte artístico?

LD: Con mi esposa trabajamos juntos desde que nos conocimos. Colaboré con ella en la época en la cual era la productora artística de los 10 + Pedidos de MTV como guionista y también cuando ella tenía una sección donde narraba historias cortas dentro del programa Lima de Diego Ripoll en Fm Kabul. Nuestras mentes son parcialmente una y en las cuestiones en las que podemos llegar a no estar de acuerdo siempre las debatimos con mucha altura y entusiasmo. Nos gusta el mismo cine, la misma literatura, la misma música. Compartimos el respeto a lo divino. Nuestra mutua fascinación no tiene límites. Yo la amo y admiro con desmesura. Sin su visión mi obra nunca está completa.

RD: ¿En qué te inspiraste para la historia de Olympia?, ¿y en la de Palmera?

LD: Suelo trabajar con una abstracción sensible. No creo en las ideas como tales, la creatividad la relaciono al tiempo que cada individuo tiene para pensar. Por eso trabajo a partir de mi sensibilidad. Buceo dentro de una imagen que viene a mí como un pálpito y a medida que me adentro voy trayendo cosas a la realidad como una suerte de buscador de tesoros. Para Olympia fueron imágenes muy potentes que están más relacionadas con el final de la película. Me inspiró mucho la imagen de la niñez y el catolicismo, luego ver a esa niña rodeada de una flora venenosa, por ejemplo. En cambio con Palmera tuve una imagen muy puntual de un campo en verano girando 360 grados sobre su propio eje. Como si el cielo estuviese debajo de mis pies y los yuyos flotando sobre mi cabeza. Creo que un poco eso es lo que plantea la película, este giro en nuestras vidas que puede ser un derrame que nos deja en el mismo lugar donde empezamos completamente alborotados.

RD: ¿Cómo prosigue el trabajo de tus películas una vez que elaborás tu idea?

LD: Después de esa entrega total que hago a mi inconsciencia comienza un trabajo de estructura más fino, de relojería, pero como mi búsqueda como cineasta es perderme en las formas todo eso, incluido el conflicto, se vislumbra por debajo de la superficie visual. Como una pintura o una suite musical donde la premisa es una excusa para elevar la mente y dejarse llevar por los sentidos. Yo sé a dónde van mis personajes, como se llaman, cuando van a morir. Pero solo que elijo mostrar una pequeña porción de sus vidas que se unifique con mi discurso filosófico de la época. Mis historias, por lo general, suelen ser muy duras y tienen un peso moral donde la felicidad está muy distorsionada. El ritmo de Palmera tiene que ver con el cine de Kurosawa y con cierto estilo del dibujo animado japonés como Evangelion o los propios Caballeros del Zodíaco, por citar alguna referencia.

RD: ¿De qué trata el nuevo proyecto en el que estás trabajando?

LD: Resentimental es una historia de romance, cine y mujeres. Es una película que hace foco en el divorcio de un matrimonio entre dos mujeres. Una de ellas es directora de cine y la otra una modelo venida a actriz. Es un melodrama tratado como comedia que se basa mucho en la interpretación de sus actores. Este es un guión menos laxo y más dinámico que los anteriores, todo se exterioriza más y retrata un poco, como una suerte de mamushka, la cabeza de una cineasta de carácter. Es una fábula poética sobre los tiempos que corren. El titulo surge de una cita al autor George Orwell sobre la neolengua, este idioma ficticio pragmático, de una metonimia que apresura al habla. Es una alegoría sobre la vida veloz y amores descartables en pleno siglo XXI. Al margen de Resentimental, por otro lado, comencé a escribir un nuevo guión que coquetea con el cine de género de superhéroes. Una historia bastante épica y con tanto estrógeno como hemoglobina.

Revista Dínamo: Transitaste un camino desde los cortometrajes hasta el largometraje, ¿lo sentís como una evolución?

Leo Damario: Más que evolución, creo que fui encontrando un estilo que en este momento se emparenta con historias cada vez más largas. Por ejemplo, a mí me gusta mucho el videoarte, que es el germen de mi cine tanto en los videoclips como en las películas. Tengo un amigo francés que es director de cine, al cual admiro mucho, Romain Stein que me nutre bastante con su concepto sobre el cinearte. Desde ese lugar de cine arte encuentro a Palmera como una evolución enorme con respecto a todo lo que realice anteriormente. Igualmente como espectador también trato de que mi cine converse con otras películas en aspectos de vanguardia y provocación, otro punto en el que me enorgullece Palmera.

RD: ¿Cuán distintas son las modalidades de trabajo entre los cortos y los largos?

LD: Es muy diferente proyecto a proyecto. Olympia y Palmera fueron producidas de modos completamente opuestos y el videoarte El Pupilo también. Cada obra merece su propio sistema de producción. Por eso junto, a mi asistente vamos delineando con quien trabajar en esta área hasta dar con el productor indicado.

Imágenes: cortesía de Leo Damario

¡AGENDALO!

Tras el éxito de la proyección de Palmera, el martes 29 de enero, se exhibirá Olympia en la Ciudad Cultural Konex. Habrá música de Lavial y Metal.

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