Añosluz es una editorial nueva e independiente que se enorgullece de publicar poesía y narrativa de vanguardia. Trabajan con seriedad y amor por lo que hacen

Por Guerchu
@leguerchu

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Sábado dieciseis de mayo, diecisiete horas, Sala Juan L. Ortiz, Biblioteca nacional. “Si hay algo que envidiarle a esta editorial, es la encuadernación”, dice el anfitrión, Javier Galarza, mirando el libro que tiene en sus manos, mientras juega, lo abre, lo cierra y pasa sus hojas. La frase da inicio a la primera presentación: El demonio y otros escritos caucasianos, de Mijail Lermontov. Se trata de la traducción -nadie en la mesa lo duda- del poeta ruso más importante después de Alexandr Pushkin.

La sala está llena. Además de los libros que se presentarán, se mencionan los pasos correctos que ha tomado la editorial. “A Añosluz viene gente porque ellos realmente quieren lo que hacen”, dice Laura Estrin, poeta y coordinadora de la serie Traducciones. Después se presentarán La cueva de Anvers, de Carlos Martín Eguía, el poemario ¡Oh Mitocondria!, de Rita Gonzales Hesaynes. Se adelantarán publicaciones como El tren de los suicidas, de Matías Nicolaci y se repasarán títulos ya publicados: Los metales terrestres, de Jotaele Andrade, (circa), de Alicia Silva Rey, Un palito ortega por cada millón de tucumanos hambreados, de Fernando De Leonardis.

Viernes diez de abril, veintidos horas, Bar cultural Gorlami, San Telmo. También abarrotado de gente y, esta vez se suman las bebidas y algún que otro plato tentador. Se lleva a cabo el décimo segundo Mundial de poesía, organizado por la editorial. Cada participante elige tres poetas de distintas partes del mundo. Los partidos son uno contra uno. Cada jugador lee dos poemas y definen los aplausos del público. Suenan Luis Luchi, Sylvia Plath, Lord Byron, entre otros.

Añosluz tiene apenas tres años y ya cuenta con más de veinte publicaciones, divididas en siete colecciones. “El primer año fue todo poesía; ahora tenemos traducciones, narrativa, teatro y se vienen dos libros de cuentos”, nos aseguran en su oficina. Este año, otra de las novedades es un concurso de ensayos sobre Vicente Luy, que termina el 31 de junio. Manejan alrededor de siete publicaciones anuales. Su sitio web contiene el catálogo con los títulos publicados y varias ediciones digitales para leer o descargar.

poesia popular argentina

Florencia Piluso, Juan A. Crasci y Sebastián Realini, quienes llevan adelante el emprendimiento, nos invitaron a su oficina en Mataderos y se sometieron a una entrevista.

Revista Dínamo: ¿Cómo se manejan en la editorial con la selección del contenido?
Añosluz: Publicamos según nos va llegando material. Ya antes de empezar con la editorial, teníamos armadas las colecciones. Dependiendo de la extensión y el género, vemos cómo podemos publicar lo que nos llega, que en su mayoría es poesía, novelas y memorias. No tanto teatro, ni narrativa breve, aunque quisiéramos ampliar el catálogo en esa dirección. No forzamos los géneros, aunque ahora estamos haciendo un concurso de ensayos sobre el poeta cordobés Vicente Luy. También publicamos una obra teatral, Woyzeck por Woyzeck, de Ricardo Ibarlucía.

RD: ¿Qué implica en el caso de Añosluz ser una editorial independiente? ¿Cómo se manejan con las ventas?
A: Distribuimos y hasta vendemos los libros nosotros mismos. Trabajamos con librerías en Capital y en varias provincias. Nos conviene trabajar con librerías más chicas, con libreros que conocen los libros. El mercado independiente es amplio y como no tenemos un aparato publicitario como las grandes editoriales para promocionar los libros, nos manejamos organizando eventos como el Mundial de poesía o una presentación anual en la Biblioteca nacional. Ahí aprovechamos para poner el stand y vender los libros. Con más de veinte publicaciones, nos vamos haciendo conocidos.

RD: ¿Por qué traducir autores rusos del siglo XIX? ¿Cómo va a continuar la colección?
A: Nos gusta la literatura rusa y no hay muchas traducciones. Estos escritores son sumamente importantes hoy en día, Lermontov es el segundo canónico después de Pushkin. La colección traducciones está dirigida por Laura Estrin y el próximo lanzamiento va a ser Pierrot Lunaire, una serie de poemas originalmente franceses de Albert Giraud, traducidos al alemán por Otto Erich Hartleben e incluidos en una gran obra musical compuesta por Arnold Schoenberg. Estamos preparando una edición trilingüe.

RD: Navegando el sitio de la editorial constatamos que tienen libros publicados en edición digital gratis, ¿eso no desalienta la venta de la edición de papel?
A: No creemos que la desaliente. Tampoco la entorpece. El lector lee y, si le gusta, lo quiere tener en su biblioteca. También se pueden descargar. A veces la impresión de ciertos libros es poco rentable, por ejemplo, teníamos pensado publicar libros de pinturas pero la impresíon a color elevaría demasiado el precio del libro.

RD: Según el catálogo, tienen dos antologías publicadas, ¿piensan editar más libros de este tipo?
A: No nos interesan particularme las antologías. Tenemos dos de diversos autores y Poesía popular argentina, que son poemas de Vicente Luy. Las otras son Infancias (una recopilación hecha por Javier Galarza, del III Festival de poesía en la escuela) e Himnos nacionales, que fue una idea nuestra de convocar a diversos poetas en 2014, aprovechando la fiebre del Mundial y les pedimos que dedicaran un poema a cada jugador de fútbol de la selección. Somos futboleros y no le tememos a lo bizarro.

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