Hace 35 años, fallecía uno de los artistas cómicos más celebres de todos los tiempos: Charles Chaplin. Perfil de un personaje que brilló en el mundo del cine y conquistó corazones sin perder nunca el matiz político
Por Agustina Ordoqui
@agusinha

El rostro pálido se ilumina con una expresión que arquea sus gruesos cejas. Frunce la nariz, sacude el bigote, los ojos se muestran sorprendidos. Charles Chaplin, como buena estrella del cine mudo, es hábil con sus gestos. No necesita hablar para comunicar lo que siente o lo que piensa su personaje.
Así puede interpretar a la perfección a un obrero totalmente maquinizado, preso de la rutina y del modelo fordista de producción, en Tiempos Modernos; a un vagabundo que adopta a un niño abandonado por sus padres en El Chico; o a un hombre que se convierte artista por casualidad, como en El Circo.
Nacido en Londres el 16 de abril de 1889, Chaplin comenzó su carrera como actor desde que era un niño. La fama llegó con su torpe rol de Charlot, con el que protagonizó una decena de películas del cine mudo durante la época de la Primera Guerra Mundial.
La consagración vino después con La Quimera del Oro en 1925. El film no solo tenía al artista en el papel principal, sino que Chaplin también lo produjo, lo dirigió y le compuso la música, además de escribir el guión.

A esta película, le siguieron otras piezas maestras, como Luces de la Ciudad (1931) y El Gran Dictador (1940), una crítica explícita al régimen sostenido en Alemania por Adolf Hitler, con quien -queda claro- sólo compartía el corte del bigote.
La cinta se realizó en plena Segunda Guerra Mundial y fue prohibida en la mayoría de los países europeos por su fuerte contenido político en contra de los nazis. Recién pudo ver la luz treinta años más tarde.
Con una extensa y maravillosa obra, en la que el contexto socio-histórico brinda más que un marco de acción y se cuela en el argumento, las películas de Chaplin son testimonio de una época y de un punto de vista particular. El genio del cine mudo murió en la Navidad de 1977.
Clásicos como El héroe del patín, Carlitos en el teatro, Charlot operador de cine y El Chico se exhibirán los primeros días de enero de 2013 en el Cine del Plata, en el barrio de Mataderos, Buenos Aires. Forman parte de una retrospectiva sobre Chaplin y otro gran artista del cine cómico, Buster Keaton.
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