Los cuentos y la imaginación pueden ser aún más divertidos si los transporta La Biblioneta. El proyecto llevado a cabo por el grupo Encuento recorre el país con textos autóctonos, música original y alegría.
Por María Luján Torralba
@lujitorralba

“… Navega barco velero deja que los niños te llenen de sueños navega barco de oro deja que los niños guarden tu tesoro. Barco navega y encalla en la playa, barco navega y encalla en la playa, el rey le saluda, desde su atalaya, el rey le saluda, desde su atalaya, el rey le ha pedido mientras le saluda, el rey le ha pedido mientras le saluda, dame una naranja y el ritmo de cuba, dame una naranja y el ritmo de cuba, Navega barco velero deja que los niños te llenen de sueños navega barco de oro deja que los niños guarden tu tesoro…” Un barco de sueños de Jorge Drexler
La Biblioneta nació como nacen los juegos, a través de una corriente gigante de energía lúdica y ganas de hacer cosas lindas. Como su nombre lo indica, la Biblioneta es una biblioteca en una camioneta que lleva los universos mágicos de los libros por los diferentes rincones del país. El proyecto es mucho más amplio que acercar literatura a los niños, ya que el encuentro con la Biblioteca incluye talleres, música y producciones propias. “Es acercar otros mundos, otras perspectivas, pone en juego la imaginación, la creatividad. Propone la fantasía, la posibilidad que mediante la empatía con esa historia aparezcan otras puertas, otras ventanas”, explica Majo Turner, directora.
La Biblioneta es una propuesta llevada a cabo por el grupo Encuento formado por MajoTurner y Alejandra Marroquin (el dúo de narración oral Saltimboca) y Nacho Salerno (actor). Cuentan con el aporte del ilustrador Esteban Siderakis, de la cantante y compositora Carina Schmidt, la colaboración de Ailén Campagnolle y la producción ejecutiva de Gabriela Fernández Gavilán. Todos ellos emprenden este desafío que ya juntó más de 900 libros.
Recientemente participaron de la Feria del Libro de Trelew, donde tuvieron que retomar el camino devuelta suspendiendo la recorrida por otros pueblos dado que se rompió el motor. Por eso, el próximo 17 de noviembre se realizará una tarde de cuentos y música en el Centro Cultural Taller de la Rivera de San Isidro (Roque Sáenz Peña 1485) para juntar plata para el arreglo y que la Biblioneta pueda seguir “navegando para que los niños la llenen de sueños”.

Foto: Gabriela Gavilán
Revista Dínamo: ¿Cómo surgió La Biblioneta?
Majo Turner: La Biblioneta fue nombrada luego de varios meses de soñar con este proyecto. Yo había conocido a La Biblioburro en un programa en Canal Encuentro, que de la mano de Luis Soriano difunde la lectura en dos burritos, Alfa y Beto. A partir de ese día, comencé a imaginarme como hacerlo acá en Argentina y se me ocurrió que podría ser en una combi VW, otra fantasía de años anteriores. Fue un puñado de deseos que coincidieron en este nuevo camino. 
RD: ¿Cómo es la experiencia? 
MT: Las andanzas de La Biblioneta, son muy bellas, andariegas, aventureras. Es una propuesta de encuentro en los libros con historias escritas por mujeres y hombres argentinos, en su mayoría. Con nuestro grupo, ENCUENTO, las contamos, a través de la narración oral. También confluyen allí el teatro, los juegos y la música, con nuestros ritmos y nuestro acervo cultural. 
RD: ¿Cómo es la respuesta de los chicos?
MT: Siempre espontánea, fresca, interactiva. Son lo más importantes en esta historia. Con y por ellos y ellas, La Biblioneta. Ellos participan, cantan, juegan, cuentan a su manera. Algunas de las narraciones  son cuentos en «caja», cuentos que con varios objetos se arman a gusto y piacere. Entonces, algún biblionetero o biblionetera narra, propone, y los chicos se arriesgan y lo hacen. Es maravilloso, lo disfrutamos con distintas edades todo el tiempo. Una de las veces fue un cuento mudo, y la historia fue contada. Fue genial.

La Biblioneta en Sabe la Tierra
RD: ¿Qué resultados observan después de la experiencia con La Biblioneta?
MT: Lo que más nos moviliza es, valgan todas las redundancias, el movimiento. Llegar y mover las fronteras. Muchas veces vamos a escuelas donde es más notorio salir de las aulas, al patio, o al parque. También, estuvimos en el estacionamiento de un jardín. Todo eso propone otro espacio, otros roles, cambios a ser protagonistas. Y a los pibes le brilla la mirada.
RD: ¿Qué tipos de textos narran? ¿Con qué criterio los seleccionan?
MT: Mayormente de nuestros autores y autoras argentinos. Quienes cuentan con mucho humor aquello que nos pasa, el barrio, la vida compartida con familias distintas, la escuela, la amistad, nuestros miedos. Pretendemos ampliar los horizontes, seleccionamos cuentos que accionen, donde se pueda compartir, dialogar. También, elegimos textos no sexistas, que nos lleven a la reflexión en el transcurso de la narración, o mientras el tiempo pasa. Cuentos que nos incluyan, que nos sumen, que nos acerquen. 
RD: ¿Cómo es la respuesta de los chicos de los diferentes barrios? 
MT: La misma. La búsqueda, la inquietud por lo nuevo, y el plus que sea en los libros. Y eso sucede en cualquier ámbito socio económico cultural. 
RD: ¿Cómo fue la experiencia en Bariloche?
MT: ¡Bariloche! Un lugar que amo. Nuestro paso por allí fue lleno de otoño, colores dorados, ocres, naranjas. Cortinas de álamos acompañándonos por la ruta, montañas nevadas, el Nahuel Huapi con un cielo bello siendo nuestro telón, mientras participábamos del XII Festival de Titiriteros Andariegos, organizado por Mónica Segovia. Estuvimos compartiendo el aire en el Centro Cívico, y narrando y cantando en varias escuelas.  Mientras estábamos por la cordillera también visitamos Neuquén y Plottier. Dentro del marco del II Festival Internacional de Cuentacuentos, organizado por la Escuela Patagónica de Narración Oral de la mano de Ileana Panelo y Hugo Herrera Dominguez. Compartimos con narradores de todo el país, en las escuelas y distintos teatros y centros culturales. 

La Biblioneta en FeriFiesta de Trelew
RD: ¿Podría recordar alguna experiencia que los haya marcado?
MT: Desde ya que a cada paso se van sumando las huellas. Particularmente , en una escuela rural albergue en Plottier, un espacio creado para los pibes con amor, esfuerzo y compromiso, tuvimos el regalo hermosísimo de una niña de 5º grado que nos narró el oficio de alfarería, desde que van a buscar a la barda la materia prima hasta las vasijas que crean con todos los compañeros.
RD: ¿Cómo consiguen los libros?
MT: Los libros fueron todas donaciones. Algunas las bibliotecas de cada integrante del grupo, otros de amigos y amigas, de narradores, de los propios autores, de la gente del barrio, editoriales.
RD: ¿Cuáles son sus metas? 
MT: Seguir rodando, llegar a los lugares más cercanos, más lejanos. Lograr que las escuelas nos abran las puertas, que los municipios nos convoquen para llegar a la gente del barrio, participar en festivales, en las ferias. Que las Casas de Provincias nos apoye para llegar a esos encuentros que son llevados a cabo por grupos independientes con mucho esfuerzo. Compartir nuestro camino.
RD: ¿Cómo se puede colaborar con el proyecto?
MT: Como pueda cada quien desde su lugar. Decimos a menudo: «Si nos cuentan, La Biblioneta sigue contando, sigue rodando». Algunos difundiendo, otros convocando, pasando el dato a alguna maestra, directora, a los Directores de Cultura, de Educación.  También, donando libros, donando nafta, por supuesto es necesario que aparezca lo económico. Es un proyecto costoso pero creemos que es muy posible. Sobre todo en Argentina, porque «varias buenas voluntades», como decimos, se han unido, y pudimos participar de cada lugar que nos llamaron.  ¡Y sabemos que varias buenas voluntades se seguirán encontrando! 

Además de estar en festivales y escuelas, la Biblioneta está un sábado por mes en el Mercado Orgánico Sabe la Tierra de San Fernando. Más información en la página de La Biblioneta

